Todos los días, jonrón teme ir al diccionario. Lo teme tanto que ha llegado a sabotear el proceso de actualización del diccionario de la rae. ¿Por qué? La respuesta es una verdad triste, al pequeño jonrón le hacen bulling.
Si jonrón fuera un niño humano, sentiríamos pena. Crearíamos todo un departamento en su colegio para paliar su problema y para evitar que se repitiese. Pero jonrón es solo un conjunto de letras, y nos unimos al acoso.
Personificaciones a parte, muchos de mis compañeros dicen cosas muy feas acerca de la palabra "jonrón". Esto es una defensa.
Soy muy aficionado a hacer chistes, pequeñas gracias y juegos de palabras. Hago muchos. 121 en una semana, la última vez que contaron. Tengo el dudoso honor de ser la persona que más chistes malos crea que conozco. Y jonrón es una palabra perfecta para hacer chistes, mientras que home run no lo es.
¿Por qué? Porque es una palabra consistente con nuestro idioma: hay numerosísimas palabras con las que comparte terminación y algunas que comienzan igual. Home run, por el contrario, es una palabra consistente con el idioma inglés, y al español ni le va ni le viene.
¿Significa eso que estoy en contra de los anglicismos o de coger palabras prestadas? En cierta medida. Valoro mucho que un idioma sea consistente, y los préstamos no lo son hasta que se españolizan. Tal vez no os hayáis parado a pensar, pero el que haya sonidos frecuentes permite que haya poesía, que haya juegos de palabras y nos permite utilizar la intuición al manipular el lenguaje.
Y por eso la palabra jonrón debería ser bienvenida al idioma español.
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