¿Siempre lo supiste? El sesgo de retrospección

Estracto de: David G. Meyers, Exploring Social Psychology New York: McGraw-Hill, 1994, pp.15-19.

"Todo parece rutinario, una vez explicado" – El Dr. Watson a Sherlock Holmes.

¿Producen las teorías de psicología social nuevas perspectivas sobre la condición humana? ¿O sólo se limitan a exponer lo obvio? Muchas de las conclusiones presentadas en este libro probablemente se te hayan ocurrido, pues la psicología social está en todas partes. Durante siglos, filósofos, novelistas y poetas han observado y comentado el comportamiento social, a menudo con perspicacia. Como comentó el filósofo inglés Alfred North Whitehead, "Todo lo importante ya se ha dicho".

Por tanto, ¿se podrá también afirmar que la psicología social es tan solo sentido común [reformulado] en otras palabras? La psicología social se enfrenta a dos críticas contradictorias: que es trivial porque documenta lo obvio, y que es peligrosa porque sus descubrimientos pueden ser utilizados para manipular a las personas. ¿Es la primera objeción válida? ¿formaliza la psicología social tan solo lo que cualquier psicólogo social amateur ya sabe de forma intuitiva?

Cullen Murphy (1990), editor de The Atlantic, piensa de esa manera. Hasta lo que él alcanza a observar, las ciencias sociales no revelan "ninguna idea o conclusión que no pueda ser encontrada en cualquier enciclopedia de citas". Día tras día, los psicólogos sociales salen al mundo. Día tras día descubren que el comportamiento de la gente es más o menos lo que se esperaría. Casi medio siglo antes, el historiador Arthur Schlesinger, Jr., (1949) reaccionaba de manera similar ante los estudios sociales sobre los soldados americanos de la segunda guerra mundial, tal y como fueron recogidos en los dos volúmenes de The American Soldier – laboriosas muestras de sentido común, dijo.

¿Cuáles fueron los hallazgos? Otro reseñador, Paul Lazarsfelf (1949), ofreció una muestra con comentarios interpretativos, algunos de los cuales parafraseo:
1. Los soldados con mayor educación sufrieron más problemas de adaptación. (Los intelectuales estaban menos preparados para la batalla que los que tenían inteligencia callejera [street-smart people]). 
2. Los soldados del sur aguantaban mejor el clima caliente de las islas del sur que los soldados del norte. (Los soldados del sur estaban más acostumbrados a temperaturas calurosas). 
3. Los soldados blancos ansiaban más una promoción a suboficial que los soldados negros. (Años de opresión tienen un coste en la ambición). 
4. Los soldados del sur negros preferían oficiales blancos del sur a oficiales blancos del norte. (Los oficiales del sur estaban más acostumbrados y tenían más habilidad en la interacción con negros). 
5. Mientras la lucha continuaba, los soldados deseaban regresar a casa 
más intensamente que después del fin de la guerra. (Durante la lucha, los soldados sabían que estaban en peligro mortal).
Un problema con el sentido común, no obstante, es que lo empleamos después de conocer los hechos. Un acontecimiento es más "obvio" y predecible a posteriori que a priori. Baruch Fischhoff et al. (Slovic & Fischhoff, 1977) han demostrado repetidamente que cuando se conoce el resultado de un experimento, dicho resultado de repente parece normal  [unsurprising] – y ciertamente menos sorprendente que para las personas a las que simplemente se les explica el procedimiento experimental y los posibles resultados. La gente sobrestima su habilidad para haber predicho el resultado. Esto pasa especialmente cuando el resultado parece predeterminado desde un primer momento [determined] y no un mero producto del azar (Hawkins & Hastie, 1990).

Daphna Baratz (1983) puso a prueba el sentido de lo obvio de unos estudiantes universitarios. Les dio pares de supuestos descubrimientos sociales, uno verdadero (por ejemplo, "En tiempos de prosperidad la gente gasta una mayor proporción de sus ingresos que en tiempos de recesión" o "Aquellos que van a la iglesia más frecuentemente tienden a tener más hijos que las que van con poca frecuencia"), y su contrario. Sus resultados: Independientemente de haber recibido la afirmación verdadera o su contraria, la mayoría de los estudiantes puntuaron el presunto descubrimiento como "algo que yo hubiera predicho"

Tal vez hayas experimentado este fenómeno al leer el resumen de Lazarsfeld de The American Soldier. Pues, de hecho, Lazarsfeld procedió a decir "todas y cada una de estas afirmaciones es lo contrario de lo que realmente se encontró". En realidad, el libro documentaba que los soldados con menor educación se adaptaban peor. Los [soldados] del sur no se ajustaban a un clima tropical más a menudo que los del norte. Los [soldados] negros ansiaban más una promoción que los blancos, y así sucesivamente. "Si hubiésemos mencionado primero los resultados reales de la investigación, el lector también los hubiera considerado 'obvios'. Obviamente algo está mal con todo el argumento de la obviedad... Si cualquier reacción humana es concebible, es de gran importancia saber qué reacciones realmente ocurren con mayor frecuencia y en qué condiciones".



Igualmente, en la vida real a menudo no esperamos que algo pase hasta que lo hace. Entonces de repente vemos las fuerzas que dieron lugar a ese algo y no nos sentimos sorprendidos. Tras la victoria de Ronald Reagan ante Jimmy Carter en 1980, los comentadores – olvidándose de que las elecciones habían estado muy reñidas hasta el final – encontraron normal y fácilmente entendible la abrumadora victoria de Reagan. Cuando el día de antes de las elecciones Mark Leary (1982) preguntó a la gente qué porcentaje de votos pensaban que cada candidato recibiría, la persona media, también predijo tan solo una victoria por un pequeño margen de Reagan. El día de después de las elecciones, Leary volvió a preguntar a otras personas qué resultado hubieran predicho el día de antes de la elección; la mayoría indicaron un porcentaje más cercano a una victoria apabullante.

Jack Powell (1988) también encontró un efecto "siempre lo supe" similar después del triunfo de Reagan contra Walter Mondale en 1984. Descubrir que algo pasó lo hace parecer más inevitable. En las palabras del filósofo danés Soren Kierkegaard [sic], "La vida se vive hacia adelante, pero se entiende hacia atrás".

Si este sesgo de retrospección (también llamado el fenómeno "siempre lo supe") es insidioso, tal vez estés sintiendo que siempre supiste acerca de él. De hecho, cualquier resultado concebible de un experimento psicológico te puede parecer como de sentido común  después de que sepas el resultado. Puedes demostrar el fenómeno preguntándole a la mitad de un grupo que predigan el resultado de un evento de actualidad, como una elección próxima. Una semana después de saber el resultado, pregúntale a la otra mitad qué hubieran predicho. Por ejemplo, cuando Martin Bolt y Jon Brink (1991) invitaron a estudiantes del Calvin College a predecir el resultado del voto del senado estadounidense sobre el controvertido candidato al Tribunal Supremo  Clarence Thomas, un 58% predijeron que sería aprobado. Una semana después de su confirmación, Bolt preguntó a otros estudiantes que evocaran qué hubieran predicho. "Yo pensaba que sería aceptado", dijo un 78%.

O dale a la mitad de un grupo un resultado psicológico y a la otra mitad el resultado opuesto. Por ejemplo, dile a una mitad:

Los psicólogos sociales han determinado que, ya sea al elegir amigos o al enamorarse, nos atraen más las personas cuyos rasgos son diferentes a los nuestros. Es sabio el antiguo dicho de "Los opuestos se atraen".

Y a otra mitad la verdad:

Los psicólogos sociales han determinado que, ya sea al elegir amigos o al enamorarse, nos atraen más las personas cuyos rasgos son parecidos a los nuestros. Es sabio el antiguo dicho de "Dios los cría y ellos se juntan".

Primero, pídeles que expliquen el resultado. Luego, pregúntales si es "sorprendente"  o "no sorprendente". La gran mayoría calificarán el resultado que les fue dado como "no sorprendente".

Como muestras estos ejemplos, podemos hacer uso de un arsenal de proverbios antiguos para mostrar que cualquier resultado tiene sentido. Como casi cualquier posible resultado es concebible, hay proverbios para múltiples ocasiones. ¿Citaremos a John Donne, "Ningún hombre es una isla", o a Thomas Wolfe, "Todo hombre es una isla"? Si un psicólogo informa de que la separación reduce la intensidad del sentimiento amoroso, Fulano Común responde, "¿Te pagan por eso? Todo el mundo sabe que 'ojos que no ven, corazón que no siente' ". Si resultase que la separación no reduce la intensidad del sentimiento amoroso, Mengana Munco te diría "Mi abuela te lo podría haber dicho, 'Quién bien quiere tarde olvida' ". Independientemente de lo que pase, habrá alguien que siempre supo que así lo haría.

Probablemente Karl Teigen (1986) se reiría cuando pidió a estudiantes de la Universidad de Leicester (Inglaterra) que evaluaran proverbios y sus opuestos. Cuando recibían el proverbio real, "El miedo es más fuerte que el amor" [traducciones literales de los proverbios de este párrafo], la mayoría lo puntuaban como verdadero. Pero también lo hacían los estudiantes que recibían la forma inversa, "El amor es más fuerte que el miedo". Asimismo, el proverbio genuino "Aquel que ha caído no puede ayudar al abatido" fue calificado positivamente, pero también "Aquel que ha caído puede ayudar al abatido". Mis favoritos, no obstante, fueron dos proverbios de alta puntuación: "Los hombres sabios crean proverbios y los necios los repiten", y su contraparte inventado, "Los necios crean proverbios y los sabios los repiten".

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El fenómeno de "siempre lo supe" no solo puede hacer parecer a los resultados de las ciencias sociales como algo de sentido común pero también pueden tener consecuencias perjudiciales. Fomenta la arrogancia  la sobreestimación de nuestro poderío intelectual.

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La cuestión no es que el sentido común sea predeciblemente erróneo. Más bien, el sentido común es correcto a posteriori; describe sucesos más fácilmente de lo que los predice. Por consiguiente, nos engañamos fácilmente, sobreestimando lo que sabemos y lo que supimos.

Traducción propia. Si alguien tiene acceso a un grupo poco heterogéneo de 10 o más personas, me interesaría intentar colaborar para reproducir los resultados de arriba, por ejemplo pidiendo predecir qué partido ganará las elecciones de España.

1 comentario:

  1. Me ha encantado la reflexión. El canal de Aquí hay dragones tiene un vídeo similar también muy interesante.

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