La tercera ola
Obra de teatro
Director: Ernesto Caballero, Marc Montserraat Drakker
Texto: Ignacio García May
Teatro: Teatro Valle-Inclán, del 30 de enero al 22 de marzo
de 2015
Se revela parte de la trama.
En un colegio de Estados Unidos, un profesor, Ron Jones se da cuenta de que sus alumnos
consideran que los totalitarismos son algo que les pasa a otros, que no podría volver
a suceder. Decide hacer un pequeño experimento. Años después se filma una película sobre los sucesos
acontecidos, que recomiendo encarecidamente. Luego, se representa una obra de
teatro que según el panfleto “pretende
seguir los hechos de la manera más fiel posible”. No obstante, en la
representación teatral, el número de estudiantes ha sido reducido.
El experimento, llamado La
Tercera Ola, es en un principio, aceptado por la mayoría de los
estudiantes, excepto por Robert, quién critica al experimento con las palabras
“me he matriculado en historia, no en teoría de los boy-scouts”. El profesor le reta a hacer caer el proyecto y el experimento
continúa…
Los tres pilares ideológicos
de La Tercera Ola son “el Poder de la
Disciplina”, “el Poder de la Comunidad” y
“el Poder de la Acción”. Estos tres pilares son repetidos de forma
ritual por sus miembros a lo largo de la obra. Al introducirlos, el profesor pone al servicio del proyecto sus
habilidades y recursos, hablando con un amigo editor para que los relatos de
una alumna sean publicados. También le pide a Robert, el disidente, que enseñe
a los demás a jugar al ajedrez, y a una alumna que seleccione una lista de
libros de obligada lectura para los miembros de La Tercera Ola. Al reconocer la importancia de los alumnos, el
profesor les engatusa, les conquista para su causa.
El experimento se desmadra, y el profesor anima a sus alumnos a trabajar duro, diciendo “el trabajo,
chicos, os hará libres”. Poco a poco, el movimiento adquiere características
de un movimiento totalitario. Sus símbolos son banderas, escudos, brazaletes, saludos e
incluso adornos en comida. Se mantiene la cohesión del grupo mediante purgas, e
impidiendo que formen parte del proyecto ciertos sectores demográficos, en este
caso las personas de fuera del colegio, incluso familias. También se crean
instituciones que se encargan de encontrar disidentes. Se justifica la
ideología mediante la literatura, y se censuran libros. Todo gradualmente. La
oposición que surge es débil.
En cuanto a la representación, se ha sentido el escaso
número de estudiantes, no es muy creíble una clase con tan pocos. Según un amigo mío que estudió en Estados Unidos, el ambiente del colegio es verosímil. Algunos de
mis compañeros han sentido que los actores sobreactuaban; el
discurso de los personajes utilizaba exclamaciones constantes. Pero esto se
contrarresta con la historia; hay escenas, por ejemplo el último discurso del
profesor, que se realiza ante el público, que son poderosas. "Habéis dejado que
utilice palabras grandes y vacías para justificar acciones terribles".
Hola!! Eres el primer blog sobre teatro que encuentro y me parece fascinante. Tu análisis me ha gustado mucho, gracias por compartirlo.
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