Contra la sintaxis

Creo que los Sintagmas preposicionales, y generalizando, la sintaxis en general, no tiene una naturaleza clara sino una mucho más caótica de lo que el ordenado análisis sintáctico escolar y sus ínfulas de rigurosidad nos ha dado a entender.

Consideremos los siguientes ejemplos: En primer lugar, el par "Siempre hay algún tipo de relación recíproca entre el espectador y la obra" y "Siempre hay relaciones recíprocas de algún tipo entre el espectador y la obra". Y en segundo lugar "La perra de tu prima", que puede ser análogo tanto a "El libro de tu abuelo" como a "El imbécil de mi padre".

Cuando dos construcciones pueden tener una estructura tan diferente y  un significado tan parecido, tan parecido que cualquier diferencia se podría achacar a fantasmagorías que surgen precisamente del análisis sintáctico, y cuando simultáneamente pueden tener una estructura aparentemente idéntica y significados inconexos, en definitiva, cuando la clasificación no conduce al conocimiento, entonces merecemos el doctorwhoesco apelativo de Puddinghirne.


Pero además esto es generalizable a incluso al concepto, esta vez morfológico, de adjetivo. Uno pensaría que todos los adjetivos son igual de adjetivos, pero resulta que algunos son  más adjetivos que otros. Es decir, hay un espectro entre el adjetivo y el verbo. "He sido irritado/convencido" < "Está irritado/convencido" < "Es irritante/convincente" < "Es vulgar". Si consideramos la frase en alemán "Es ist überraschend", esta se traduce literalemente como "Es soprendente", pero soprendente es un adjetivo mientras que überraschend es un verbo (un participio).

Ya se veía venir cuando nos dimos cuenta de que los CReg no se regían por principios universalizables, pues no eran ni programables ni predecibles ni traducibles. Posiblemente deberíamos leer alguna tesis doctoral sobre el tema, y tenemos a Chomsky pendiente, pero de momento parece que las relaciones morfosintácticas son tan solo dictadas por la convención intrascendente.

Y no solo lo parece, sino que además lo es. Induciendo a partir de los finitos pero suficientes ejemplos anteriores, concluimos que el edificio de la sintaxis ha debido ser creado por una casta y por ello es, en último término, franquista. Y a aquellos errejonistas que digan lo contrario (tal vez defendiendo la verdaderamente ridícula opinión de que el asunto es más complicado que una entrada) no se les puede sino alentar firmemente hacia la ortodoxia.

2 comentarios:

  1. ¡Hola! Me ha gustado tu blog y ya tienes una nueva seguidora ;) Me quedo por aquí y espero que puedas pasarte por mi blog y quedarte.
    Nos leemos. Kisses ^^

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    1. Me lo creería si no hubiera 93 resultados en Google con exactamente la misma formulación. Te cuento; cuando era un mozuelo también puse comentarios similares, pero luego me di cuenta de que no servían para nada, y al final es triste subordinar el escribir al ser leído.

      Atentamente, Nuño.

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