La partida Inmortal

En el torneo de ajedrez de la comunidad de Madrid de este año, que mi equipo ha ganado, había una regla curiosa: un movimiento ilegal le daba la victoria al oponente. Eso no es bonito. Mi equipo ha perdido varias partidas que podría haber ganado, y viceversa, debido a esa regla.
Entiendo que se impongan ese tipo de reglas en competiciones profesionales, en las que el premio es una remuneración económica y no una mísera copilla de plástico y una medalla de latón. En competiciones profesionales no es necesario y a veces es penalizable decir "jaque", pues puede desconcentrar al contrario, y se asume que todos saben cuándo el rey está amenazado.
Blancas sacrifican dos torres, reina y alfil para dar mate.


Pero a nivel profesional, el objetivo de jugar al ajedrez no es pasárselo bien. Y a nivel diletante sí. Y no es bonito ganar una partida porque tu oponente ha puesto su rey en una casilla amenazada. Y menos cuando entiendes que no lo ha hecho porque es mal jugador, si no porque al tener tan solo siete minutos, algunas veces no te puedes permitir analizar todo el tablero.
«Immortal game animation» de Karophyr at en.wikipedia. Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Immortal_game_animation.gif#/media/File:Immortal_game_animation.gif
Esa maldita regla es el equivalente ajedrecístico de tirarse al suelo y fingir una falta cuando el oponente no ha hecho nada: tal vez se entienda en las altas esferas, pero daría pena verlo en un campeonato escolar. Debería ser eliminada porque congela el juego, lo afea e institucionaliza la falta de deportividad.

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