Los santos inocentes



Título: Los santos inocentes
Autor: Miguel Delibes
Número de páginas: 176

Sinopsis:

En un cortijo, una familia de campesinos sirve a la familia del señorito Iván, un hombre aficionado a la caza. Mientras los primeros viven en casillas minúsculas y suelen tener una relación más íntima con la naturaleza, como Azarías y su “milana bonita”, los últimos viven una vida de opulencia, libres de trabajar, pero eso sí, dando órdenes.

Reseña

Amante de la caza y de la naturaleza, Miguel Delibes fue un autor muy prolífico que reflejó ese amor en su literatura. Uno de sus libros es Los santos inocentes, que narra una historia de amos y siervos. Me lo leí por recomendación de mi padre, y porque lo estudié en clase, sin llegar a leer una sola palabra.

Esta novela está dividida en 6 capítulos, de extensión similar, de alrededor de treinta páginas. Los puntos destacan por su ausencia, pues no hay casi ninguno. Los diálogos están separados de la voz del narrador por una línea, y, dado que no hay punto, empiezan con minúscula. Se podría pensar que se están leyendo los pensamientos de un espectador que no interviene.

En esta novela se muestra con gran detalle la relación entre los señores y los siervos, que se asemeja a la de amos y esclavos. Los primeros mandan y los segundos obedecen, recordándonos en ocasiones, más a animales que a personas.

Una expresión que se utiliza bastante es “A mandar que para eso estamos”, la dicen los siervos a los señores cada vez que estos dan una orden. Para ver qué pasaba, la he estado utilizando cada vez que mi madre me ha ordenado algo, con resultados sorprendentes.

Azarías es uno de los santos inocentes que menciona el título. Tiene una minusvalía mental, lo cual no le impide adiestrar a un ave, a la que tiene mucho cariño; la llama “milana bonita”. Esta frase, “milana bonita”, se repetirá a lo largo de esta novela con frecuencia. Una de las peculiaridades de Azarías es la manera que tiene de contar; cuenta del uno al once, y luego pasa al cuarenta y tres, cuarenta y cuatro, etc . También roba las válvulas de los coches de los amigos del señorito Iván, pero, en el fondo, no le quiere mal a nadie.

Otro de los santos inocentes, y el último que voy a describir, es Paco el Bajo, otro de los sirvientes. Es el secretario del señor del cortijo, es decir, se encarga de recoger las piezas que este mata en la caza. Tiene una nariz muy desarrollada, y se le compara con un buen perro; en una ocasión, para seguir el rastro de una presa, se echa al suelo y se pone a olfatear.

Es sorprendente que solo un personaje, Quirce, uno de los más jóvenes del cortijo cuestione de alguna manera la jerarquía impuesta sobre su familia. También Miriam, la hija de la señora, en una ocasión, permite que Azarías, un sirviente, la coja de la mano y la lleve a ver a su “milana bonita”.

tl;dr
Este es un libro cuya lectura puede ser en ocasiones difícil, pues no tiene puntos, lo cual es muy desconcertante, pero, da que pensar.

1 comentario:

  1. Uhmm...me sonaba pero la verdad que no sé si al final terminaré animándome a leerla, ya que la falta de puntos y esa forma de poner los diálogos es algo que me mata.

    Un besiño

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